¡Al rico kiri!
El viernes por la noche pude terminar por fin el kiri, me costó bastante porque me equivoqué en casi todas las vueltas del derecho del borde y no paraba de destejer; pero al final mereció la pena. El hormado no ha quedado como yo quisiera y después de intentar dos veces que los picos quedaran lo mejor posible, al quitar los alfileres volvía a ser un borde liso: pero no me preocupa, estoy contenta con el resultado, sobre todo porque ha quedado grandecito y eso que parecía pequeño. He utilizado tres ovillos y un poco del cuarto. Al estirarlo tanto en el hormado ha resultado muy, muy finito, casi como encaje, así que doble alegría, justo lo quería así. Tan solo me hubiese gustado que la seda tuviese algo de brillo, para que luciese mejor, pero es bonita igualmente. Me la pondré para una boda que tengo próximamente, con un vestido en color verde esmeralda.
Ahora me tomo un descanso tejeril. He empezado a leer la Catedral del Mar y me está gustando mucho, tiene la capacidad de transportarte a la Cataluña del Siglo XIV y casi puedo sumergirme en la historia y sentir que estoy allí. Una época muy dura. Por cierto, viene un pequeño mapa de Barcelona en la Edad Media y me ha sorprendido ver que ya entonces existía la Plaça de la Llana, lugar donde está ubicada Persones Llanes.
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